tejon de la miel

El tejón de la miel: características y alimentación

El ratel o Mellivora capensis, por su nombre científico, es mucho más conocido bajo el nombre de tejón de la miel. Se trata de un mamífero omnívoro perteneciente a la familia Mustelidae, nativo de África, Oriente medio y el subcontinente indio.

 

Los rateles existen desde el Plioceno medio en el continente asiático. O lo que es lo mismo, hace 5,33 millones de años que este animal habita la tierra. A día de hoy, es la única especie viva del género Mellivora. Sus parientes más cercanos son los extintos géneros Eomellivora y Howellictis. En total, son 12 las subespecies de ratel conocidas.

 

Características del tejón melero

El tejón de la miel no es en realidad un tejón, sino que pertenece a la familia de las comadrejas. Posee un cuerpo alargado pero robusto, cuyo tamaño suele alcanzar los 85 cm de largo y 30 cm de altura. No es un animal especialmente grande: los machos no superan los 15 kg y las hembras los 9 kg.

 

A pesar de lo reducido de su tamaño y peso, el tejón de la miel es capaz de enfrentarse y vencer a otros animales mucho más grandes y aparentemente más fuertes que él. Es el caso de los leones, los cocodrilos o serpientes venenosas de gran envergadura, como las cobras o las pitones.

 

Tiene una cabeza alargada, patas cortas y una cola no demasiado larga. El pelaje, por otra parte, es negro, salvo en la parte superior de la cabeza, dorso y cola, que es gris. Delimitando las dos zonas de colores posee una delgada línea blanca que permite que se distingan ambos colores de manera muy clara.

 

Comportamiento del ratel

El tejón de la miel es ampliamente conocido por su ferocidad y valentía. De hecho, en el año 2002 fue introducido en el libro Guinness de los récords como “el animal más fiero del mundo”. Y no es de extrañar que se le haya otorgado ese título. El ratel posee una serie de características que lo convierten en un enemigo implacable.

 

La primera de ellas: las garras. El tejón de la miel posee unas uñas muy largas y afiladas con las que puede rajar casi sin ningún esfuerzo el caparazón de una tortuga. El tamaño de sus garras, cortas en sus patas traseras y alargadas en las delanteras, le permiten trepar con gran facilidad. Sin embargo, si hay algo en lo que destaca sobremanera es su gran capacidad para excavar. Puede excavar su madriguera en un suelo predominantemente duro en apenas 10 minutos.

 

Su segundo filón lo encontramos en su piel. No es cierto que los tejones meleros sean inmunes a los venenos de cobras u otros animales. Lo que realmente ocurre es que poseen una piel tan gruesa y dura que las mordeduras o picotazos no llegan a atravesarla prácticamente, por lo que la cantidad de neurotoxinas que reciben se disminuye drásticamente. Precisamente el hecho de recibir de manera asidua pequeñas dosis de venenos, ha contribuido a que los tejones de la miel hayan ido adquiriendo una ligera inmunidad a algunas neurotoxinas.

 

Por si fuera poco, el tejón de la miel tiene la ventaja de que su piel, muy elástica, está separada de su cuerpo. Esta condición le permite revolverse con gran facilidad contra su agresor para devolver el ataque. Lo que hace tremendamente difícil atrapar e inmovilizar a este pequeño mamífero.

 

Alimentación del tejón de la miel

A pesar de que el tejón de la miel es omnívoro, el componente principal de su dieta suelen ser otros animales como serpientes venenosas (cobras o mambas negras), pequeños antílopes, aves, tortugas y otros invertebrados. Se han realizado diferentes estudios en los que se ha comprobado que el ratel prefiere alimentarse en gran medida de pequeños mamíferos como ratones, jerbos o ardillas. Pero coman lo que coman, no dejan absolutamente nada. Gracias a sus poderosas mandíbulas pueden desgarrar y masticar cualquier parte del cuerpo de sus presas, lo que incluye: garras, cráneo, plumas, carne y huesos.

 

Sin embargo, ya hemos dicho que este animal gusta de alimentarse de algunos vegetales. Cuando opta por estos manjares, el tejón de la miel se alimenta de bayas, bulbos y raíces.

 

Aunque si hay algún alimento que realmente le encante ese es la miel. Precisamente por su interés desmedido por este alimento ha recibido el nombre de tejón de la miel. Ayudándose de sus garras es capaz de destruir una colmena para obtener la miel y las propias larvas de abejas, las que acepta de buena gana. En la zona de Europa estamos a salvo de sus fechorías, aunque no nos libramos de otros depredadores de abejas como el abejaruco.

 

Simbiosis entre el tejón de la miel y el pájaro guía de la miel

pajaro guia de la miel

Existe una creencia, hasta ahora no contrastada, que sugiere que el pájaro guía de la miel, cuyo nombre científico es Indicator indicator, sería el responsable de conducir al tejón de la miel hasta las colmenas. Según esta teoría, el ratel se alimentaría de la miel, en primer lugar, quedando rezagado este pequeño pájaro a abastecerse de la cera y larvas de las que también se alimenta.

 

Aunque no se ha demostrado que el tejón melero pueda interpretar las señales que marca esta ave, quienes sí han logrado hacerlo son los humanos. Las señales que emite no son sólo sonoras, a través de su canto, sino visuales. El Indicator indicator realiza unos vuelos ascendentes muy característicos sobre la ubicación exacta de las colmenas, desplegando su cola y dejando ver unas características manchas blancas.

 

Sin embargo, debido a su agresividad y ferocidad, el tejón melero es de carácter solitario, estando únicamente en parejas en la época de reproducción. Por lo que no es habitual verlo en compañía de ningún otro animal, ni siquiera del pájaro guía de la miel, que espera a una prudente distancia a que el ratel satisfaga su hambre antes de acercarse a la colmena.

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